Roscos de vino

Aquí estoy de nuevo, de vuelta a la rutina tras las vacaciones navideñas y con un montón de propósitos nuevos en mente, en fin, ya sabéis, lo típico, bajar los kilos engordados en Navidad, hacer más deporte, cuidarse un poco... a ver cuánto duran las buenas intenciones (este mediodía en el telediario comentaban que no se suele pasar de una semana y que a partir de ahí la motivación escasea).

Pero por seguir con el ambiente navideño, hoy os traigo una receta muy apropiada para estas fechas, están riquísimos y lo mejor de todo es que no llevan ni gota de manteca que se sustituye por aceite de oliva.
La primera vez los vi en el blog de La cocina de Auro, aunque ahora mismo ya los he visto en más sitios. Son muy fáciles de preparar, incluso para los que no han cocinado nunca y os puedo asegurar que en mi casa duran dos días justos, todos los años me los piden.
¿ Os animáis a probarlos?

Ingredientes:

500 grs de harina
125 grs de azúcar
15 ml de anís dulce
200 ml de aceite de oliva frito
125 ml de moscatel
20 grs de ajonjolí
canela
raspadura de 1 limón
azúcar glass para decorar

Preparación:

En primer lugar tendremos que freír el aceite de oliva con una monda de limón. Lo dejamos templar.
A continuación, en un recipiente ponemos la harina y añadimos lentamente el aceite frito, mezclamos bien y añadimos el resto de ingredientes (el moscatel, el anís, el azúcar, la canela, la ralladura de limón y el ajonjolí).
Al principio parece imposible que de ahí vayan a salir los roscos pero paciencia, hay que mezclar con mucha calma, hasta que todo esté integrado, si hace falta primero con cuchara de palo y luego ya metiendo las manos.
Cuando la masa esté bien mezclada extendemos sobre la encimera (sin necesidad de espolvorear harina, no se pega) con un rodillo dejándolo de 1 dedo de grosor.
A continuación haremos los roscos, yo utilicé para el círculo exterior un aro de emplatar mediano y para el interior un descorazonador de manzanas (imaginación al poder, podemos usar tapones de botellas de plástico, tazas etc...).
Metemos al horno precalentado a 180º (20/30 minutos), yo los tuve casi 30 minutos.
Dejamos enfriar y cuando estén totalmente fríos, decoramos con azúcar glass usando un colador para que quede bien repartido.