jueves, 8 de agosto de 2013

Apple pie

Estuve tras la receta de la auténtica "apple pie" durante mucho tiempo pero ninguna me acababa de convencer, finalmente, di con la adecuada basándome en una mezcla de varias elaboraciones.
Se trata de una tarta frutal, con un ligero toque a canela, jugosa por dentro y ligeramente crujiente por fuera, genial para acompañar un buen vaso de leche fría y como colofón a una comida de fiesta.

Ingredientes (para un molde de 20 cms)

Masa quebrada:

375 grs de harina
180 grs de mantequilla fría
6 cl de agua helada
1 pizca de sal

Relleno:

1kg de manzanas
100 grs de azúcar
100 grs de azúcar moreno
1 pizca de sal
1/2 cucharadita de postre de canela
1/2 cucharadita de postre de nuez moscada
2 cucharadas de Maizena
ralladura de 1/2 limón
1 cucharada de mantequilla fría cortada en daditos

Para pintar la tarta:

1 huevo batido
1 cucharada sopera de nata
azúcar

Preparación:

Masa quebrada:

Empezamos mezclando en un cuenco amplio, la harina, la sal y la mantequilla, hasta que parezcan migas de pan.
Y añadimos el agua helada (para enfriar el agua, puse en un vaso con agua a temperatura ambiente varios cubitos de hielo que al ir deshaciéndose fueron enfriando el agua) de tal manera que nos quede una masa que se despegue de las paredes del cuenco.
Amasamos unos segundos y envolvemos bien en film transparente, dejando enfriar 1 hora en el frigorífico.

Relleno:

Pelamos las manzanas y eliminamos con un descorazonador las semillas, cortándolas en rodajas ni muy gruesas, ni muy finas y depositándolas en un bol grande.
Mezclamos el azúcar blanco y moreno, la canela, la nuez moscada, la sal y la Maizena y vertemos sobre las manzanas que reservamos en el frigorífico.

Precalentamos el horno a 200º y mientras vamos con la masa quebrada, que procederemos a dividir a la mitad con un cuchillo bien afilado.
Vamos a estirar una de las mitades, para lo cual y como es muy delicada, lo que hice fue extenderla sobre papel de hornear, hay que dejarla bastante fina (unos 3mm) y darle forma redonda para que se adapte al molde.
La otra mitad la guardamos tapada con film en la nevera.
Procedemos a forrar el molde previamente engrasado y enharinado, dejando aproximadamente 1 cm sobrante por los lados y rellenamos con la mezcla de manzanas aplanando con una cuchara.
Cubrimos con la ralladura de limón y unos trocitos de mantequilla.
Extendemos la otra mitad y cubrimos la tarta, utilizando el cm sobrante para ir sellándola apretando con los dedos y procurando hacerlo de tal manera que quede un borde decorativo.
La masa que sobra no la tiramos, la guardaremos para decorar la tarta, estirándola y haciendo pequeñas hojas con la punta de un cuchillo, también podemos decorar con bolitas de masa, simulando frutos.
Antes de colocar la decoración, hacer un agujero en la tapa de masa para que salga el vapor y pintar la tarta con una mezcla de huevo batido, 1 cucharada sopera de nata y azúcar que espolvorearemos por su superficie.
Colocar sobre la superficie recién pintada los adornos, sin obstaculizar la salida de vapor y pintarlos a su vez con la mezcla anterior.
IMPORTANTE: El molde del pastel pierde líquido durante la cocción así que aconsejo colocarlo, no directamente sobre la rejilla sino sobre una bandeja de horno cerrada.
Hornear a 200º durante unos 60-70 minutos o hasta que la superficie quede bien dorada y veamos burbujear las manzanas por el agujero practicado.
Habitualmente se necesita de unos 70 minutos pero si vemos que ya se está dorando y la manzana todavía no burbujea lo mejor es taparlo con papel de aluminio para que no se siga tostando por arriba.
Se puede comer tibio acompañado de una bola de helado de vainilla o nata montada.


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