Cazuelita salada de bacon y queso. Kukulcán.

No puede ser que una haya estado en México y todavía no haya puesto ni una sola foto que ilustre su maravilloso viaje. Eso es imperdonable, así que, ahí va (lamento daros un poquito de envidia jajaja).
Qué os parece esta pequeña maravilla? Esta es una imagen de la pirámide Kukulcán. Yo me quedé sin palabras.

Y sin más tardanza a la receta. Hoy es algo sencillo, rescatado de un blog descubierto hace poco tiempo por mi (aunque ya muy popular en la blogosfera). Se trata de Tengo un horno y sé cómo usarlo, os recomiendo que le echéis un vistazo hay cosas muy bien hechas y apetecibles.

La receta de hoy es una cazuelita salada de bacon y queso. Os animáis a prepararla? Vamos allá!!!

Ingredientes: (para 3 o 4 moldes individuales, si duplicáis las cantidades podéis congelarla bien guardada en una bolsita de congelación)

Masa quebrada:

125 grs de harina

75 grs de mantequilla a temperatura ambiente

La puntita de una cucharilla de sal

La mitad de una cucharilla de azúcar

1 huevo

1/2 cucharada sopera de leche fría

Relleno para dos moldes:

2 huevos medianos

3 cucharadas soperas de queso tipo Philadelphia

125 grs de bacon troceado

2 rodajitas de queso de cabra (se pueden poner hasta 2 rodajitas por cazuela si lo deseáis) 

sal y pimienta negra

aceite

Preparación:

Para la masa quebrada: Se hace un volcán con la harina y en el centro se pone el huevo, la sal, el azúcar y la mantequilla.

Poco a poco vamos añadiendo la harina de las esquinas, mientras vamos amasando con los dedos. Así se obtiene una masa un tanto granulosa.

Luego se añade la leche fría, se amasa bien y se guarda, dándole forma de bolita, en el frigo durante unos 20 minutos, bien envuelta en papel film para que no se seque. Esto se hace para que al cocerse en el horno no encoja demasiado.

A continuación, se enharina la encimera y con cuidado se estira la masa, hay quien lo hace entre dos hojas de papel de hornear pero no es necesario, aunque facilita mucho su transporte. Ha de quedar de unos 3 mm de grosor. Si se rompe no os preocupéis porque se puede arreglar fácilmente, pegando masa donde falta, ayudándose de los dedos.

Para medir los cacharros, los ponemos boca abajo sobre la masa y calculamos unos cms de más por los lados, así la masa sobrante servirá para cubrir sus paredes.

Una vez bien cubiertos los moldes por la base y sus paredes, toca cubrirlos con pequeños redondeles de papel de hornear que a su vez cubriremos con garbanzos. Metemos los moldes, así cubiertos, al horno durante unos 10-13 minutos a unos 180º.

Esto lo hacemos para que la masa no crezca, es una especie de pre-horneado, los garbanzos pesan y no dejan subir la masa que queda semi-cocida.

Dejar enfríar.

Relleno: Salteamos el bacon en una sartén, sin aceite si es posible o si vemos que es muy secote, con unas gotitas.

Mientras en un bol, batimos los huevos y el queso, que verteremos sobre el bacon que hay que colocar en la base de los moldes.

Terminamos adornando con unas rodajitas de queso de cabra. Podemos terminar espolvoreando con cuidado un poco de pimienta negra. No echéis sal, no hace falta.

Hornear durante 12-15 minutos a 180º hasta que esté doradito y cuajado. Se debe servir inmediatamente.